Con la llegada del otoño la frecuencia i cantidad de precipitaciones aumentan considerablemente. Teniendo en cuenta el tipo de producción de Menorca, donde los animales habitan gran parte del tiempo en pastoreo, el tiempo de exposición de los pies y las manos a la humedad del suelo aumenta considerablemente. En algunas granjas esta situación se exagera notablemente por la orografía de las fincas.

Este hecho comporta un reblandecimiento de las uñas o cascos de los animales por el constante contacto con la humedad. Cuando esto ocurre, la invasión de los tegumentos internos del casco por parte de los gérmenes que habitan el suelo es prácticamente segura. Así, la barrera natural que ofrecen los cascos se ve comprometida y las bacterias aprovechan la ocasión para colonizar los tejidos y crear una infección de los pies y manos, que posteriormente, viaja en sentido ascendente.

Ante una infección, el organismo siempre reacciona con una inflamación de los tejidos, no obstante, cuando la infección de localiza dentro del casco, éstos no pueden expandirse por la dureza de los mismos, provocando mucho dolor y cojeras muy marcadas.

La infección, que a menudo puede llegar a ser sistémica con todos los síntomas asociados como el dolor, fiebre, cojeras, anorexia, etc. provocan, en definitiva, una disminución del bienestar del animal y por tanto un incremento del estrés. Todo ello conduce irremediablemente a una disminución de la productividad y por tanto en pérdidas económicas.

Con la finalidad de evitar estos problemas, este año hemos iniciado esta campaña “ campaña de pedero” a través de la utilización de productos específicos colocados estratégicamente en las entradas o salidas de las salas de ordeño con la finalidad de que las extremidades de todos los animales entren en contacto con el producto. El objetivo de este tratamiento no es más que el conseguir reforzar los cascos y reducir la carga microbiológica de las extremidades.